domingo, 15 de enero de 2012

Control de palomas en la Ciudad de Buenos Aires


Los seres humanos hemos demostrado desde siempre una gran capacidad para modificar ambientes naturales, y en muchos casos estas alteraciones llevan a la destrucción de los ecosistemas originales. La creación de las ciudades y actualmente las megaciudades, como Buenos Aires y el Gran  Buenos Aires,  introduce modificaciones tan importantes en el ambiente original que la mayoría de las especies autóctonas  desaparecen, favoreciendo que algunas otras proliferen sin control.  Las especies que pueden colonizar esos nuevos espacios son, entonces, las más oportunistas, que son de hecho las que abundan en los ambientes urbanos: murciélagos, ratas, cucarachas y mosquitos. Estas ocupan las ciudades y aumentan su población por la ausencia de depredadores naturales.

Esto sirve para la introducción del tema que nos ocupa: “las palomas en Buenos Aires”. Esta ciudad no es la primera ni la única en plantearse el tema de que hacer con las palomas que, a simple vista, ensucian los monumentos y las fachadas de los edificios, amén de los autos y, de vez en cuando, la ropa de un desafortunado caminante, aunque según el saber popular el ser ensuciado “trae suerte”!

En ámbitos científicos se explica sobre microscópicas esporas, que salen llevadas por el viento, proveniente de las defecaciones de las aves. En el caso de las palomas no hay una zoonosis, (enfermedad transmitida de los animales al hombre) que afecte hoy de manera contundente al habitante de esta ciudad. Si se da el caso de alergias. Iguales a las producidas por el pelo de los gatos. ¿Y que haríamos? ¿Salir a matar gatos?

Ante esto el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propuso criar y luego soltar halcones para depredar a las, según ellos, “malignas y molestas invasoras”. Ahora bien, ¿Quien puede garantizar que estos cazadores municipales alados, que eso serían los halcones, entiendan que su trabajo es atacar “sólo” a las palomas y no se dirijan  a la Reserva Ecológica de Costanera Sur a alimentarse de teros, loros, mirlos, calandrias y todas las especies de reptiles y anfibios que allí habitan? Nadie. Seriamente nadie puede.

¿Quién puede garantizar que luego no sea necesario “criar y soltar” depredadores de esto halcones, si es que se convierten, según el saber de las autoridades municipales actuales, en una nueva plaga?. Nadie. Seriamente nadie puede.

¿Entonces no hay alternativa?
Si. La hay. Hay alternativas y ya probadas. No sólo en la lejana Italia, donde ha dado excelentes resultados, sino en la más cercana Mendoza. Allí se ha implementado un plan para alimentar a las palomas con cebo (por ejemplo maíz) mezclado con un producto anticonceptivo llamado “OVO CONTROL P”. Este producto se dosifica de acuerdo al número de palomas que habitan en el lugar y se administra diariamente hasta lograr una población “aceptable” para la zona, pudiendo llegar al control del 70% del número actual. El “OVO CONTROL P” no evita que pongan huevos sino que el número de ellos que germina desciende. No puede ser aplicado por vecinos comunes sino por un equipo entrenado en el manejo de productos sanitarios. Y el Gobierno de la Ciudad ya tiene entre su dotación a este personal calificado. La TV y los diarios los muestran todos los años cada vez que los mosquitos se transforman en la nota de color. Son los de esas camionetas que pasan sobre las plazas o los Lagos de Palermo, echando una niebla casi inocua al ser humano.

En otras ciudades, como París, se usaron nidos para las palomas que agitaban, por un mecanismo eléctrico, a los huevos de estas aves impidiendo que la mayoría de lugar a un nuevo pichón. ONGs de defensa de los derechos de los animales, si bien apoyaron en primera instancia estos métodos, terminaron por repudiarlos pues provocaban lastimaduras en algunas aves adultas que allí incubaban.

Entonces si existe un método casi inocuo, que se puede comenzar a utilizar inmediatamente ¿Por qué no se hace? ¿Por qué utilizar animales, que no sabemos como van a reaccionar, para controlar animales que creemos plaga? La respuesta está en el insondable intelecto del Gobierno del Ing. Macri.

Eduardo Murphy
Director
Centro Argentino para el Derecho Animal y Ambiental


centroargentinoderechoanimal@gmail.com

2 comentarios:

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  2. Que bueno lo del método anticonceptivo en Mendoza! No sabía que acá en Argentina se estaba utilizando. Las especies exóticas invasivas deben controlarse, pero de una manera ética y no a través de la matanza, como se hace actualmente con los castores, las ardillas de vientre rojo, jabalíes, etc.

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