Muchas veces esta pregunta solemos formularla al ver
corridas de toros que aún se desarrollan en países que parecieran culturalmente
detenidos en una noche de barbarie y salvajismo.
Pero nuestra querida Argentina no está al margen de esa
etapa oscura de dolor y sufrimiento, pese a que en nuestro país los toros ya no
son torturados en las plazas desde los primeros años del Siglo XIX.
En la actualidad se hace sufrir a caballos en nombre de “la
tradición”.¿Tradición de qué? ¿De ser sádicos?
Hace pocas horas finalizó una nueva edición de la
“Peregrinación a Caballo a Luján”. El resultado es de más de media docena de caballos muertos por
caer extenuados, característica de este noble animal que no para hasta estar ya
sin fuerzas ni para respirar.
Mediocres y grises funcionaros de tercera línea minimizan la
cifra contando sólo los que cayeron en el ámbito de la Ciudad de Luján. Como si el
número menor (reducido por saber que es su responsabilidad y en ello les va el
sueldo público que reciben) fuera un atenuante de la barbarie. Uno solo ya es
mucho.
Que nuestra Patria se haya forjado a caballo es algo que no
se puede negar, que hay que recordar siempre. Hay que erigir un monumento en
cada plaza del país para recordarlos. Muertos extenuados por recorrer enormes
distancias llevando partes de guerra, cayendo delante de los arados por
jornadas interminables, por sed en sequías memorables o ahogados en
inundaciones desastrozas.
En el supuesto resguardo a tradiciones se esconde hoy una
forma de matarlos, como si no hubieran tenido suficiente.
Peregrinar es algo compartido por numerosas religiones. Pero
el peregrino es penitente. Sufre en su cuerpo el sacrificio de la
peregrinación. El que va montado en un ser vivo que lo transporta es un cómodo.
Se vista de gaucho o de bataclana es un cómodo.
Detrás de una máscara mentirosa de perpetuar valores
argentinos, se esconde el afán de protagonismo de un grupo de gente que, por
propios valores, no puede salir en los diarios más que en la sección
policiales.
Que a caballo se ha hecho la Patria , no lo olvidemos.
Pero que ya es hora de dejarlos descansar y agradecerles los servicios
prestados, no lo dudan las personas de bien que aman y respetan a los animales.
Eduardo Murphy
Director
Centro Argentino para el Derecho Animal y Ambiental
Hay algun mail de su institución? Quisiera comunicarme con usted, si fuese tan amable. Gracias.
ResponderEliminarLaura: Esperamos tu mail en centroargentinoderechoanimal@gmail.com, Gracias!!
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